jueves, 2 de julio de 2009

Mi Amor Insecto

Cuando conocí a Cristián Basso Benelli hace unos años me sorprendió su inteligencia, su don de gente, su simpatía y su deliciosa caballerosidad. Compartimos desde ahí una amistad que trasciende tiempo y espacio. Una amistad basada en la admiración, la generosidad y la íntima confianza, un vínculo amoroso sostenido en la creencia de que el otro es un ser mágico, profundo y natural.
Cristián es poeta y dramaturgo nacido en Santiago de Chile en 1976.
Es Profesor de Castellano y Magíster en Literatura por la Universidad de Chile. Ha participado en encuentros y congresos de literatura en Chile, España y Uruguay. Como dramaturgo, ha estrenado las obras "Muebles de Carne y Hueso" y "Tatiana Taladra".

Ha publicado los poemarios "Alalia" (1994) y "El Amor Insecto" (2003), además de la "Antología 22 Voces de la Novísima Poesía Chilena" (1994).

Ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Iberoamericano de Poesía Paz y Cooperación en España por su obra "La tierra no sabe morir", Premio Gabriela Mistral de Poesía en Chile por su obra "Coméntame si estoy contigo" y Beca Fundación Pablo Neruda en 1992.

Ha participado en diversas revistas y muestras de poesía como Cartas Credenciales (1994), Poesía Chilena para el siglo XXI (1996), Génetrix: antología de poesía joven (1999) y Guía de la Poesía Erótica en Chile (2000).

Cristián es para mí un amigo eterno, leal, honesto. Un hidalgo caballero de las letras, de la amistad y la vida.



De Cristián Basso Benelli:

LAS TAZAS LLENAS DE BESOS
Las tazas son los seres más llenos de besos,
llevan sus costados y sus bordes
llenos de besos guardados,
aunque sus muros de loza
no se abran amorosamente
para recibir mis labios.
Yo he besado más las tazas
que las mejillas transparentes de los vasos.


Al poner mis labios en ellas,
recojo besos enterrados,
y me sumerjo,
idilio adentro,
en los rincones de los jarros,
para tocar a diario sus enlozados bordes.
Últimamente,
estoy besando sus figuras,
y veo con los ojos cerrados de otro mundo…
¡Las tazas llenas de besos!


SOBRE UN CAMPO DE CENIZAS

Amanecí llagado
sobre un campo de cenizas.
A mi alrededor la muerte cosía
mis costras para hacerse un abrigo,
guiñaba el ojo a un ave de rapiña
que a lo lejos se saciaba.
No me dejes ver el abandono
ahora con los ojos de piedra.
No me hagas llamarte a gritos
si extirparon tus tímpanos.

Espérame al anochecer en nuestra casa,
prepara café cargado
y un baño caliente de sales
o flores o lunas desteñidas.

Llagado amanecí y no lo sabes;
amanecí puesto en una caja que nadie abrirá,
salvo tú cuando no quiera abrazarte.

No me prives,
no me pruebes,
no me expongas hoy al fuego del verano.

1 comentario:

Ale dijo...

Pequeño currículum el de Cristián!!! Mis sinceras felicitaciones para él.
Escribe muy lindo.

Besos!!