miércoles, 15 de octubre de 2014

EL DECÁLOGO DEL HIPÓCRITA & RESENTIDO

El Decálogo del HIPÓCRITA & RESENTIDO

1 )    
El H&R es amigo de la indirecta por medios electrónicos. Se toma horas buscando “memes” o mensajes que pueda dirigir a compañeros, familiares o amigos que se enganchen con eso. La trampa mortal para él es que…VIVE PENDIENTE DE MEMES, MENSAJES Y FOTOS AJENAS.
(Ej: piensa: “Fulana puso la foto con el marido y los chicos en esa playa… hdp lo hace para refregármelo… qué carajo se cree, como si nosotros no pudiéramos ir…”)

2)    El H&R es profundamente paranoico y envidioso. Detesta los logros ajenos porque los ve como una afrenta personal. (Ej: “mirá la hdp la tremenda camioneta que se compró, que carajo se cree ¿la estanciera? Mirá como me mira por arriba del hombro, porque me mira, aunque no parece, la hdp me mira…”)

3)    El  H&R es ventajero y se regodea en gambetear al sistema, aunque en ese afán “olvida” que en el sistema están los compañeros que tanto dice defender.
(Ej.: H&R: bueno, yo a la tarde no vengo porque agarre otro trabajo.
Compañero/a: pero vos estás en planta con ocho horas, si faltas me jodés a mí que ni siquiera estoy nombrado/a.
H&R: Ay que mal compañero/a que sos! ¿no ves que tengo que pagar las cuotas del viaje a México?
C.:… pero yo tengo tres chicos y los tengo que atender también, ¿cómo me vas a joder así??
H&R: ah, y tengo la asamblea mañana a la mañana, asi que arrancá vos a las ocho, yo paso un ratito tipo once. (PLAM, puerta)
C.: ¿?????????)

4)    El H&R hierve en una lucha interna entre ser más hipócrita que resentido, más resentido que hipócrita. No valora el talento y el esfuerzo ajeno y sostiene que nadie reconoce realmente su valía. (Ej. “…¿Cómo puede ser que pongan a ese sociólogo, master en desarrollo social y magister en estadísticas mundiales en el cargo?? ¿Cómo ese mocoso puede saber más que yo que llevo cuatro largos años intentando armar un Excel en la computadora??? .. )


5)     El H&R detesta todo control por miedo a que se develen sus excesos. Y en su lucha hipócrita todo lo magnifica y relaciona, a su conveniencia, con épocas oscuras pasadas. Las peores palabras para él/ella son INVENTARIO, CONTROL, AUDITORÍA, SUPERVISIÓN, etc.
(Ej. Compañero/a: vendrán el SUPERVISOR del ministerio a AUDITAR y CONTROLARÁN las cacarulas verdes y las rojas del armario 2, 3 y 7 b…
H&R: Cómo??? Pero eso es ilegal!!! Las cacarulas no pueden ser auditadas! eso es violencia institucional y bla bla bla!!!
Compañero/a: ¿???...pero trabajamos en eso, ¿cuál es el problema de que nos auditen y hagan un INVENTARIO? Mejor para nosotros, que vean cómo trabajamos…
H&R: abrir el armario de cacarulas es represión! es una violación a los derechos humanos y bla bla bla!!

6)    El H&R Se jacta de defender lo público, el alcance de todos a todo, pero no duda en disponer de medios públicos para beneficios privados. (Ej.:…luego de una ardua lucha nos han dado este teléfono inalámbrico nuevo que está al alcance de todos, todo el tiempo y a toda hora. (aplausos) Lo vamos a colocar en mi oficina, pídanme la llave cuando quieran. Ahora les pido que no me molesten porque  voy a llamar a mi primo que vive en el sur de Filipinas y justo hoy se le murió el perro.)


7)    Mira con envidia y recelo la clase, esfuerzo y logros de otro, y alimenta con el silencio esa puja por admirar lo que no puede ser o tener. Y todo logro se lo atribuye a oscuros movimientos personales o directamente a características del azar y/o lo extraordinario (Ej. 1: Cómo que ganó el concurso la reventada esa??? Seguro anda con uno de ahí adentro…. Ej. 2: y sí… como no va a recibirse de licenciado en bla blongo si los padres siempre lo mantuvieron y lo único que hizo fue estudiar como idiota los últimos seis años…!. Ej 3: ¿esa boluda se ganó la beca para investigar los anillos del planeta Saturno?? Y si, si es de Sagitario…)

8)    El H&R goza de vez en cuanto de una refinada pugna sadomasoquista: admira y odia ciertos grupos pero siente el irreprimible impulso de pertenecer. Para ello se esfuerza en imitar vestimenta, automóviles, frecuenta lugares y desde allí, mensajea, twitea o feisbuquea todo tipo de burlas e insultos describiendo su incomodidad. PERO NO SE MUEVE DE AHÍ. (Ej.1: Hola Mary estoy en el aeropuerto tomando un café…está lleno de chetos que van y vienen en avión con valijas chetas de colores…fíjate en mercadolibre cuanto sale una valija réplica Louis Vuitton para mí…. Ej. 2: …H&R. no tolero este baile a beneficio organizado por la Asociación de Chetos Unidos…Amigo/a: y si no te gusta, andate de ahí..! H&R: nah, tengo que quedarme porque le pediré a la Asociación de Chetos Unidos un periscopio digital móvil para la institución!)

9)    El H&R es determinista y totalitario, discrimina asumiendo en su discurso excluyente viejos panfletos universitarios que en realidad nunca estudió ni conoció en profundidad pero que manosea en función de aplastar los argumentos de otro. (Ej.1: todos son bienvenidos a la institución/oficina/fábrica/negocio…pero los jodidos capitalistas que trabajan para vivir cómodamente no, porque son burgueses extremos que bla bla bla y se alian con los poderosos que quieren bla bla bla y…Ej. 2: … tampoco los gordos que comen demasiado dulce porque seguro tienen plata. Los de pelo muy corto que ni se aparezcan porque son fachos, los que tengan algo que no intenten venir, seguro que se lo quitaron a otro, etc., etc., etc.)

10)  El H&R es inmensamente teatral: se victimiza y defiende sus “convicciones” por medios inesperados y le encanta hacer públicas sus contiendas. Se esfuerza en sembrar culpa en cualquiera que tenga, sea o represente algo que él está convencido de que no puede ser, tener o representar. (Ej. Voy a intentar impugnar al/ la que nombren en tal rol/puesto de trabajo, no puede ser que me dejen sin mis posibilidades… Compañero/a: pero si todavía no sabemos ni quien es, ni qué hace ni si va a venir realmente…H&R: igual, seguramente lo hacen para joderme a mí, así que voy a ir a la O.Q.A. (Oficina de Quejas Absurdas) a levantar un acta de repudio e impugnación por ese hecho que mancilla mi buen nombre y honor dejándome afuera de bla bla bla… Companero/a: ¿?????????????????).

Estoy segura que reconoces algún personaje con estas características con quien tenés que compartir el día a día. Lo único que puedo hacer es escribirlo así para que te rías, y para que te armes de paciencia para tolerar a este tipo de personas que probablemente haga lo que pueda, con lo poco que tiene.
Lo único que solicito a quien lo copie es que respete la autoría.

viernes, 20 de junio de 2014





Mrs Grimaraes’ invasion

(From my stories book "The dirty woman and the Priest" - Picture: Judith Brand - Canada)

I realized that it was her at the seafood shop. I kept on thinking on how to catch her look which branched of without reaching to me. My Scientific paradise got soured before meeting her again and knowing a little more about this Mrs. Grimaraes. It was forty-four nights coming back home and leaving the lights on at the laboratory, just for revenge. I observed how people with such a ridiculous bravery got into the dancing school. I did not go out to drown into alcohol, because Asthma ties me to the cinematographic possibility of being ridiculous at the night clubs. I had the intention of falling in love with her. I desire her and I put my ass on that truth, turning my eyes away from that bar which I do not dare to get into.

After the laboratory, I waked through different places where trinkets are sold, so as to find the replica of “the Kiss” by Bouguereau. My little acts of revenge were rewarding on those days; I left the light on, the cups with the coffee grounds hardening, my pinafore invaded slowly by the old formaldehyde and the acetic glacial acid closed so as to let the cockroaches survive. Something I would have never dared to do it before was now being done with such self-confidence. My life up to now was to find out in the shade of the director. Create another thing; this occurred to me after having known who she really was.

I went out several times at seven instead of ten and I bought a pair of binoculars to defy my astigmatism and myopia. I drank coffee with a dash of milk and I smoke for the very first time.

The woman next-door has her dog tied and with horror I discover myself into him one morning. My mother called four times. I don’t want meat wrapped with cabbage as it used to be, mum; slipping down the melancholy of the minimum wickedness gives me asthma. Finally there is something I do not want to control; Deidamia Grimaraes do not only buy exotic seafood every two afternoons, close to the house, she is also the main shareholder of the factory of collars for dogs and who paid to the doctor Triquitonge, by paying and important sum of money to create “an animal which gnaw the collars of dogs and therefore an increase of consumption of these collars would occur”, explanation closed by doctor, with that Economist lexis so unusual to me. Since working with Triquitonge, I have experienced with such excellent results and I never dared to ask for a cent. I keep with myself, with a dignity commitment, various arguments if he is ever awarded. I have dreamt of staying in a theatre full of eminent scientists from all over the world and getting up from my velvet carmine seat with a folder which proves their corrupt tendency and shout loudly and clearly that I have done bad things in his name.

My flat is in an exquisite way untidy, washing the dishes made me sell the wash-disher, daring to put the advertisment in “Mercado Libre” (an Internet sites where goods can be sold and bought) and even more a picture of it. I open myself to the world with the fascination from the cruel to the wait.

Doctor Triquitogne told me part of the project, but today he expanded it and my face was the same as usual. My myopia and my nose which remain red give me a pusillanimous aspect which is easily overwhelmed as Triquitongne likes it.

Deidamia was at the beach when I discovered the DNA of the sea rat, which is essential to have the collars of the dogs gnawed, so she could sell much more. In her excessive ambition I imagine Deidamia licking it mixed meat with the everyday seafood. All poured with champagne at seven in the evening.
The neigbour’s dog got free three weeks later after the first samples of the sea rats in the city were released. Triquitongne himself planted first samples in the park Saint Contardo, fifteen squares away from here. He is so obsessive that he cuts from the newspapers the news about this strange invasion. Mum does the same and called me to tell me what holds the whole city up.

It is madness what is going on, it is incredible what the world has get to…
- Mamma, I created that animal, at the same extension laboratory of zoological research

- That you created? Are you crazy? There is so many vermin and filth in this world and you dare to create this nasty marine squirrel?

– Mamma, I don’t decide it myself, the laboratory works in this world on the requests from the industries…

What do you think your father would say? Why don’t you continue with the Flatulin fish? I still have six in my fish tank, and they keep on giving colour to the water with their farts as if it were their first day, they are so sweet! Why all this? That sea rat would bring, who knows which stinks from the depths!... You should reali… I cut down with such a strange determination.
I thought in the evening walk of Deidamia. She could. The sense of things is like a needle which surgically questions every day without hurting me. I cannot make a correct use of the binoculars but making my left eye to concentrate I can see how she meditates at the beach and she is reached by an unaccountable animal.-

 

lunes, 20 de enero de 2014

TARDE MISTICA (cuento de EL CURA Y LA SUCIA)



Tarde mística



A Eduardo Mango


Todo lo que tenía que hacer era armar la carpa afuera de la Maternidad, meterme y esperar a las embarazadas que salían del recinto.
Hay un hombre aquí afuera en una hermosa carpa con forma de útero. Él obtiene online la foto de la ecografía 4D de su bebé, es una linda idea comprar el llavero con su carita para que los acompañe hasta verlo al nacer recitaba Inés finalizan- do cada visita. Un verdadero genio, nadie lo hubiese vendido mejor. Y yo afuera, con las pupilas dilatadas de falsa ternura para que por fin se lleven uno, dos o tres.

Fue insostenible la cantidad de embarazadas solitarias y el negocio cayó en picada. Al Euclid me subí a mitad de ese año. Nunca antes había manejado un camión de esas dimensiones. Con una mezcla de miedo y excitación manejé esa bestia de tonelaje proporcional a mi inconciencia. Eduardo me contó varias veces el susto que pasó cuando se paró sobre una pie- dra a observar el paisaje y la piedra terminó siendo una oveja muerta sobre la que se hundió llenándose de sangre podrida. La oveja que parla, la había bautizado y nos reíamos siem- pre de la siniestra broma. Tropezamos siempre con la misma piedra; bromeó antes de caer por el conducto de hormigón armado. No creo que alcancemos a llegar a cota segura en el pueblo si a Eduardo se le ocurre abrir paso a la grieta en la represa. Que sus huesos cedieran sería una broma macabra, fiel a su estilo.

Las grandes dimensiones del Euclid y la ignorancia que tuve sobre él durante cuatro años me protegieron de su poder. Nunca supe si atropellé a alguien cuando estacionaba en reversa para descargar la roca. Mi única desaparición se cierra en el recuerdo de Eduardo. El resto era todo divertido. Como esa vez que decidimos hacer una carrera de vehículos disfrazados de animales. Qué increíblemente interesante es la tolerancia de una gran empresa intentando mantener contentos a sus em- pleados. El mejor fue el jeep Ika disfrazado de chinche del molle. No habremos sido más de nueve y yo me lucí con mi Euclid mamut diseñado por Yoshimitsu. Él sigue escondido del gobierno japonés cultivando flores dentro de las turbinas que se robó.

La magnificencia vuelve loca a la gente. Ingenieros elevadísimos jugando como niños entre las piedras, ascetas de pelo largo sumidos en cálculos matemáticos, hindúes ebrios hasta la madrugada soportando el frío austral como sus tripas jamás lo imaginaron.
Yo pinté botellas para que se llevaran los que se volvieran a sus lugares de origen. Me fueron devueltas varias por correo, con notas náufragas de compañeros que no querían ser encontrados. El juicio a Naroto Sokohisi por dejar acéfala la presidencia de Mitsubishi Motors nos trajo algunos miembros de la Yakuza para encontrarlo, ellos tampoco se quisieron volver a su lu- gar. Hiro Yoshimitsu es el único que todavía se excusa por Internet diciendo que el aceite de las viejas turbinas le ha per- mitido cultivar la única flor Set ––Gun ––To en el mundo, de un color que solo el florista Miu lograba para la emperatriz Naíto en el siglo lll, que por supuesto el aire de la Patagonia permitió crecer como corresponde y que esto le permite ser inmensamente feliz. Envolviéndose en cierta  espiritualidad patriótica la gente suele justificar su lejanía.

Algunos partieron con su mochila hacia el bosque. Zapatos Ferragamo y carísimas corbatas Ted Lapidus solían flotar re- veladoras en los brazos de los lagos hasta mediados de los años  ochenta. Mujeres provenientes de diferentes destinos buscaron a estos insospechados eremitas. Muchos acreedores también. Pero eso de ser tragado por la libertad es corriente aquí. Yo nunca quise hacerme a esa vida, más bien extrañaba la carpa afuera de la Maternidad y las reuniones con Inés para repartirnos el dinero de los llaveritos.

El Euclid me abandonó dos meses y el Terex tenía menos po- tencia aunque soportaba más carga. Cuando volví al Euclid me  regocijé en sus frenos a contrapedal (como creí que se llamaban durante tanto tiempo).
Artasu Imo ha expuesto sus muebles en la galería Oruki en el centro de Nara, si supieran que yo mismo le ayudé a cortar las cuatro pulgadas y media de acero de las cajas de los camiones Wabco para confeccionar mesas y bibliotecas. Creo que me correspondería algo de los setecientos mil dólares que le pa- garon por el mobiliario para bebé que diseñó con las fotos que a me sobraron. Pero todos ellos no han hecho más que huir. Será porque lo único que no es piedra en este gran paredón es cemento y lo que no es cemento, es Eduardo atajando cuatro mil metros cúbicos de agua todos los días desde hace treinta y seis años.
Esta casa frente a la grieta es realmente excepcional. Quien lo diría, Jean Michel Jarré, Hillary Clinton y Noam Chomsky meando en un inodoro tallado por mí.

En estos años encontré infinidad de ovejas que parlan rese- cas, sepultadas bajo la ceniza del volcán. Hice el camino que el Euclid con su gran tracción y yo decidimos en el bosque. Inés y Florencia bordaron con azurita y malaquita cortinas y alfombras para nuestra casa.
No puedo creer cómo la gente se ha ido al pueblo dejando huérfanos los salientes huesos de hierro de lo que fueron las lujosas instalaciones de la empresa constructora. Cómo han huido todos de este paraíso de piedra, potencia, muerte y agua. No lo perdono, eso que no lo perdono. Y mucho menos a los hijos del sol naciente que desde hace tanto me observan desde la montaña, a salvo, con los ojos agrandados de olvidar, ahogados de bosque mientras la grieta que parla sigue ahí.
Es solo cuestión de tomar el antiguo mojón de hierro y dirigirme hacia ella.