Leer Borges es muchas veces leer ciencia.
De hecho muchos textos de ciencia aluden a “Funes el memorioso” o a “El jardín de los senderos que se bifurcan”, acercando esta última obra respuestas ingeniosas a preguntas relacionadas con la mecánica cuántica. En esta supuesta novela policial (denominada así por el mismo Borges) uno de los personajes dice que creará un laberinto y escribirá una novela. Finalmente el laberinto no aparece y la novela está incompleta...hasta que alguien se da cuenta de que la novela ES el laberinto y que el laberinto no es espacial sino temporal.
De hecho muchos textos de ciencia aluden a “Funes el memorioso” o a “El jardín de los senderos que se bifurcan”, acercando esta última obra respuestas ingeniosas a preguntas relacionadas con la mecánica cuántica. En esta supuesta novela policial (denominada así por el mismo Borges) uno de los personajes dice que creará un laberinto y escribirá una novela. Finalmente el laberinto no aparece y la novela está incompleta...hasta que alguien se da cuenta de que la novela ES el laberinto y que el laberinto no es espacial sino temporal.
El planteo del tiempo de Borges fue muchas veces pretendido, tomado y experimentado por muchos directores que intentaron imitarlo, ilustrarlo y poseerlo de mil maneras, pero, a mi entender, quien más se acercó a una interpretación concreta y efectiva fue el director inglés Peter Greenaway en su trilogía “Las maletas de Tulse Luper”. Allí el incatalogable Greenaway no recrea sino que crea, utilizando a su manera, el tiempo borgiano, realizando una trilogía cinematográfica que se mueve en superficies de tiempo y espacio grandísimas en las que todo, absolutamente todo ES, ESTÁ, y está conectado por Tulse Luper. Brillante.
Como muchos escritores de su tiempo, Borges aprendió del cine el manejo de los planos y el uso de las distintas velocidades narrativas. Nutrió y se nutrió del cine que se iba inventando desde el punto del vista de la realización, el montaje, y la experimentación técnica. También fue un activo crítico de cine que respetó y destacó la naturaleza alucinatoria del cine en cuanto a la realidad.Borges perdió la vista llegando al año 55, dicen que igual seguía yendo al cine y que sus favoritas eran las películas de gángsters de Von Sternberg (“La ley del hampa”, “La Batida”).
En una entrevista que le hicieron en los años noventa le preguntaron cuales eran las películas que más le habían gustado o lo habían marcado, él haciendo gala de su brutal sentido del humor respondió: -"Y... me aterroricé con Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960). La vi tres o cuatro veces y sabía cuál era el momento justo en el que debía cerrar los ojos para no ver a la madre...".-
4 comentarios:
Nadine:
Borges nunca escribió una novela; sólo cuentos, ensayos, poemas y -en colaboración con Bioy Casares- dos guiones cinematográficos.
"El Jardín de los Senderos que se bifurcan" es, en principio, un cuento de espionaje con una fuerte impronta del tema del deber y el respeto.
Las elucubraciones que el espía chino y el sinólogo Albert hacen sobre la obra de un antepasado del primero, se aproximan más a la teoría de los continuos o universos paralelos que publicaría Einstein.
Ése es, tal vez, el aspecto más complejo del tema y que oscurece la profundidad dramática de uno de los mejores cuentos de Borges.
Confieso que tuve ganas de hacer un guión con él, pero para que funcionase cinematográficamente debería haber soslayado ese último aspecto.
Un abrazo.-
Fernando José Cots
Dear Profe, lo de la novela lo dijo él mismo en una entrevista (¿habrá querido decir que "parecía" novela y el periodista lo tomó literal? mmm, periodistas :S... ), no me atrevería a aseverar algo asi si no lo hubiera leído en algún lugar, y mucho menos sobre el sagrado Jorge Luis! jaja
Un abrazo, queridísimo profe!
Nadine:
No quiero hacer demasiados comentarios de un tema (el cine) sobre el que no entiendo; pero deseaba hacer una intervención. En principio, me gustaron mucho estos dos últimos artículos donde relacionas literatura y cine. Esta nota sobre Borges es muy interesante; y además introduce una faceta del escritor (su relación con el cine) que muchas veces no se menciona. Por otro lado, sin querer entrometerme en la conversación, comparto lo que dice Fernando respecto al cuento “El jardín de los senderos que se bifurcan”. Es una trama de espías, así como “La muerte y la brújula” es una trama policial, que las disquisiciones de tipo filosófico difumina. Cuando lo releí no pude dejar de relacionar su acertijo final con el de “El ritual de los Musgrave”, de Conan Doyle. Finalmente, otra relación de Borges con el cine que recordé, es que uno de sus cuentos fue llevado a la pantalla, en una versión que no gustó al escritor. “La intrusa” (basada en el cuento de Borges del mismo nombre) fue filmada en Brasil, en 1980; y dirigida por Carlos Hugo Christensen.
Hombres amigos, la verdad que me encanta que se entrometan en las conversaciones y podamos intercambiar puntos de vista, con el profe Cots era un ejercicio que solíamos hacer cuando yo estudiaba y que hoy extraño, asi que bienvenido Jorge a nuestra pequeña tertulia on line!! jaja Un saludo a los dos y gracias por interesarse en este blog y lo que yo pueda escribir en él.
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