Cuando el sol salga a nuestra espalda,
y se lleve las dos sombras somnolientas
sobre la superficie arisca del Vintter,
es que no habrá quedado de aquellas vidas
un rincón oscuro, un enigmático pasado
escarbando sin cesar en las miradas.
Cuando salga el sol, y nuestras dos sombras
se deslicen por las aguas oscuras y agitadas,
un futuro esplendor les dará cobijo, allá,
entre cimbreantes cipreses y lengas centenarias
y voces ya olvidadas
y se lleve las dos sombras somnolientas
sobre la superficie arisca del Vintter,
es que no habrá quedado de aquellas vidas
un rincón oscuro, un enigmático pasado
escarbando sin cesar en las miradas.
Cuando salga el sol, y nuestras dos sombras
se deslicen por las aguas oscuras y agitadas,
un futuro esplendor les dará cobijo, allá,
entre cimbreantes cipreses y lengas centenarias
y voces ya olvidadas
que traerán los vientos para lamer con paciencia el tajo breve y seco.
1 comentario:
Me gustó mucho.
Saluditos!
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