miércoles, 23 de diciembre de 2009

TU SUPERFICIE, MEDEA
















Cuper. Medea.
CuperMedea y ese hipnótico talento suyo.
La encuentro con la mirada una noche y omití decirle que sus palabras punzan, entran, destajan y descubren (no me atreví porque eso lo escribí intuyéndola, mucho antes de conocerla, de saber que me vería, porque CuperMedea ve a la mujer que somos todas).
CuperMedea encanta la serpiente que llevo en mi cuello y la leo hipnotizada.
Cuper? Medea?
esa niña desbandada.
tuve un sueño
cabalgaba sobre una piel
tan suave
blanco negro blanco.
sonreía
y el pelaje bello entraba en mí
sonreía
cosquillas en el velo del paladar.
me despertaba
y seguía corriendo sobre sí
la cebra
yo adentro de ella
ella creciéndome en el movimiento
nada cruel.
tuve un sueño
que seguía allí
se detenía en la orilla
a beber
el animal que era
ella
el animal que era
yo.

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